lunes, 8 de diciembre de 2008

Mostra de relats breus fets a classe

Els dos relats que teniu a continuació s'han construït a partir d'un paràgraf inicial que havia de ser coherent amb el desenvolupament i el final que els alumnes imaginèssin.

L'objectiu final de l'exercici, a més d'estimular la imaginació dels alumnes, és el de crear una antologia de textos que s'anirà completant segons vagi avançant el curs a partir d'altres activitats de creació literària.

Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. De pronto, sale de sus más inertes pensamientos y mira hacia allí, intentando localizar la fuente de aquel ruido... No la encontró. Volvió a enroscarse en el pequeño rincón en el que había pasado las últimas horas, acomodando su densa melena entre sus tensos brazos. Revivió los momentos más macabros de su existencia. ¿Qué ha pasado? ¿Merezco el dolor que me está provocando esta asusencia? Mil preguntas rondaban por su desfallecida mente mientras las lágrimas inundaban su cara y empañaban por completo sus ojos de color azul, haciéndolos parecer un triste cielo nublado.
Lo que más extrañaba con diferencia era lo que su verdadero y único amor le había hecho sentir: compromiso, comprensión, calidez, confianza... Todo lo contrario de las emociones que ahora agitaban su alma. Sentía odio, odio hacia ella misma por haber contemplado cómo la persona que más amaba moría en sus brazos sin poder hacer nada; por no haber calmado el llanto de la sangre invadiendo el cuerpo de su amante; por haber permitido que un maldito ángel caído arrancase los latidos de toda aquella gente en el fin del Destino.
Ya no había vuelt atrás. Ya no podía hacer nada. La guerra había acabado de manera cruel.

J. R 3º ESO

Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta. Siente el ruido y piensa que son imaginaciones suyas.
Está tan obsesionada con su propia soledad que ya no le queda más que pensar en cómo puede hacer para no sentirse tan sola, par no sentirse tan vacía. Necesita compañía, alguien que la entienda, que la cuide... Pero se ha quedado sin nadie.
Frente a la estufa, esa estufa que funciona cuando a ella le apetece, recibiendo un poco de calor en sus fríos pies, acompañada de su amiga Soledad, recuerda todos los momentos que pasó junto a aquellas personas a las que tanto quiso, y que todavía quería. Otro cigarro más para afrontar su cruel pesadilla. No sabe que con eso lo único que consigue es empeorar su situación. Ni siquiera ha intentado salir a la calle. Nadie le dijo que la vida fuera fácil, pero tampoco que fuese así de dura.
Llega la noche, otra noche más sin apetito alguno. Se sienta frente a la ventana. Observa cómo cae la lluvia. Más y más recuerdos. Recuerdos que de su mente jamás se borrarán. Una lágrima cae de su mejilla. Se saca un pañuelo de la manga y se seca las lágrimas. Mira hacia el cielo... "Te echo de menos" dice. Las mismas palabras cada noche. Sin más, la mujer se tumba en la cama. Apaga la luz. "Es hora de dormir Soledad, mañana será otro día".

M.T 3º ESO